Y EL GALLO DIJO BASTA


… llegada una mañana en que estaba harto de marcar el inicio de los días de un mundo que se guiaba por la inercia y que se alejaba, cada vez más, de lo que se suponía que tenía que ser un mundo. Los peones con chaqueta y maletín que obedecían las órdenes olvidando que ante todo eran personas, las monedas que tintineaban marcando la dictadura del capital, la extraña idea de que para ser alguien había que estrenar cada temporada un look de moda…Al gallo se le erizó la cresta, miró al corral, contuvo su canto y dijo basta. A partir de ese momento despertó a otro concepto de cultura.

domingo

Memetizándonos

Hace unos días, navegando por el mundo de los blogs, descubrí un término que se está popularizando y no había oído nunca: los “memes”. En términos de bloggers, son conversaciones distribuidas que se van contagiando de un blog a otro, de manera que el blog que origina el meme recibe muchas visitas, dependiendo del éxito del mensaje, enlazados desde muchos otros blogs, como una especie de “tu-la-llevas” internáutico.

En un término más científico, desde el punto de vista Richard Dawkins, autor de su acuñación, un meme es un neologismo que según las modernas teorías sobre la difusión cultural, es la unidad teórica de información cultural transmisible de un individuo a otro o de una mente a otra, o de una generación a la siguiente.

Sabemos que la cultura se constituye por la información acumulada en nuestra memoria, procesada por enseñanza, imitación o asimilación. Así pues, estos hábitos, habilidades, ideas, conceptos, técnicas, etc.… son unidades mínimas de información y replicación cultural, y que se someten también a un proceso de selección. Es el medio cultural el que actúa como seleccionador para determinar aquellos memes que pueden sobrevivir, pero, ¿Qué bases la fundamentan?

Una cosa que me ha parecido interesante cuando me informaba sobre este tema, es que los memes no siguen la ley del mas fuerte: las buenas ideas no son las mas perdurables en el tiempo, si no son verdaderamente buenas replicadoras. Quiero decir, los memes no se extienden y multiplican en cantidad por su calidad, sino por su buena capacidad de réplica. La duración de los memes nos habla del grado de su incidencia. Así pues, ¿no importa la ética de estos mensajes? ¿la práctica? ¿la funcionalidad? ¿la veracidad? Parece ser que lo importante es parasitar verdaderamente bien los cerebros, llegar a todos y cada uno, multiplicarse sin parar.

Pues bien, yo me pregunto, ¿podemos nosotros crear una especie de filtro a la hora de recibir memes? ¿O todo ellos se instalan en nosotros de manera automática y lo único que podemos hacer es aumentar o disminuir su perdurabilidad en nuestro cerebro? ¿Qué influye a la hora de que seleccionemos unos memes (si es que lo hacemos) para replicarlos, y propagarlos a nuestro alrededor? O visto desde otra perspectiva…¿Nosotros decidimos en algún grado que informaciones se transmiten? ¿O son las propias informaciones las que sobreviven o mueren?

Se me ocurren infinidad de memes con los que hoy en día los medios nos invaden de forma masiva, y puedo llegar a descubrir que me molestan, pero que soy absolutamente víctima de ellos: “hay-que-estudiar-para-llegar-lejos”, “necesitas-comprar-esto-para-ser-feliz”, “la-tecnología-es-evolución”…

Esto me deja confusa, y me hace dudar sobre mi libertad de elección, y la del ser humano en general, pero he oído hace poco, que es una actividad creativa el hecho de hacerse preguntas…

Gabriela

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Nos dejan memos los memes?
Es paralizante cuando intentas hacer una criba entre las ideas que son tuyas y las que se han colado en tu cerebro de manera sibilina o inocente, pero sin que te dieras cuenta. Es difícil distinguirlas, de repente te encuentras criticando esto o defendiendo lo otro cuando, en realidad, jamás has reflexionado sobre esas cosas para formarte una opinión sobre ellas.
El otro día discutía con una amiga sobre música y me encontré soltando un discurso sobre la necesidad de hacer algo bien si pretendes ganarte la vida con ello, etc. ¡Pero en realidad me gustan grupos y cantantes que no sabían ni un acorde cuando empezaron (algunos ni siquiera ahora)! Tuve que parar un segundo, resetear, y aceptar mis opiniones y mi discoteca eran contradictorias porque esas ideas que estaba argumentando no eran mías. Las mías habían surgido de manera espontánea y habían guiado mis preferencias musicales (y por tanto, los discos que coleccionaba).

Desechar el meme es difícil, requiere ser consciente de que se ha instalado, pero se siente uno la mar de a gusto cuando, de una patada, se lo saca del cerebro.

María

el gallinero dijo...

No había escuchado jamás este término. Entiendo entonces que nuestro cerebro recibe memes a todas horas, en todas partes, constantemente. Y nos convertimos en replicantes de muchos de ellos sin darnos cuenta. ¿Son entonces todos los valores que nos propone nuestro sistema cultural memes? Supongo que sí, porque si son los que hoy en día han llegado a nosotros son los que han tenido éxito en el tiempo.¡Vaya! creo que no me ha quedado del todo claro.
¿Juegan con ventaja los memes que nos llegan de los poderes económicos, como la publicidad o cualquier medio de comunicación masivo? Aprovecho para la recomendación de un libro, 13’99 euros de Fréderic Beigbeder, me parece un buen reflejo de cómo crea memes el mundo de la publicidad. Supongo que un buen meme tiene la misma capacidad de replicarse de mente en mente aunque haya nacido en el cerebro de personas que no tengan acceso a una difusión masiva respaldada por el señor dinero. ¿Cualquiera de nosotros podríamos crear un meme que fuera de boca en boca (o de blog en blog) y se instalase en la cabeza de nuestros coetáneos? ¿Pero qué es lo que hace que un meme perdure? Parece ser que su capacidad de réplica. ¿Pero de qué depende su capacidad de réplica? ¡Cuantas preguntas!
Todos somos capaces de reconocer memes en nuestros pensamientos, bueno, en pensamientos que creíamos nuestros pero que alguien había pensado por nosotros. Yo también me he encontrado alguna vez defendiendo... ¡qué sé yo! que tal o cual película es estupenda, cuando la vi hace siglos y pasó ante mis ojos sin pena ni gloria, sin decirme abasolutamente nada, y ya no ocupa ningún hueco en mi cerebro, si es que alguna vez lo ocupó. Pero es que es un clásico. Es indiscutible.Y qué rabia da cuando de pronto te miras y caes en la cuenta de que tú no dedicaste ni dos minutos a reflexionar sobre esa película porque no te dijo NADA, porque eso que estas defendiendo no es tuyo.
Y esto me lleva a pensar pensar en grandes ideas que nacen de la nada... como quien dice. Me hace falta creer que los memes que se instaurarán como valores no se nos ofrecen hoy en día sólo desde los grandes poderes de nuestro sistema cultural. Hay memes que surgen como respuesta y lucha a valores de la cultura predominante. –El-crecimiento-debe-ser-sostenible- ...... ¿Pervivirán?
¿Y sobre nuestros hábitos culturales? ¿Qué tienen que decir ahí los memes? Supongo que mucho. Hay que ir a ver tal o cual exposición. Haz una cola de cinco horas por la noche, es igual. Puede que haya otras infinitamente más interesante, pero no se habla de ellas en la tele.

Marisa Herráez

Anónimo dijo...

De lo positivo de las memes...

Leyendo el artículo de Gabriela pude encontrar una ventana hacia lo positivo.
La mayoría de los memes nos vienen impuestos, está ya inventados, nacen para vender algo o a alguien, modifican opiniones, alteran modos de actuar y pensar.
No hago aquí apología de la manipulación ni mucho menos, pero puede ser que para crear cambios en la sociedad, para buscar valores con un grado de deseabilidad aceptable, para actuar desde la gestión cultural, sea necesario convertirse en creadores de memes. O al menos ser un gran conocedor de los mismos o de cómo se utilizan o cómo influyen en los demás.
La gestión en proximidad, el trabajo en red, por ejemplo, se fundamentan, en mi opinión y en numerosas ocasiones, en memes, en mensajes "ocultos", silenciosos, que deben ir calando, poco a poco hasta alcanzar un objetivo.
Termino con las ideas menos claras de lo que las tenía cuando leí el artículo, pero veo en las memes algo de lo que saber defenderse, pero que también conviene saber manejar, por si acaso fuesen de las pocas "armas" de que dispusiésemos en esta "batalla"