Y EL GALLO DIJO BASTA


… llegada una mañana en que estaba harto de marcar el inicio de los días de un mundo que se guiaba por la inercia y que se alejaba, cada vez más, de lo que se suponía que tenía que ser un mundo. Los peones con chaqueta y maletín que obedecían las órdenes olvidando que ante todo eran personas, las monedas que tintineaban marcando la dictadura del capital, la extraña idea de que para ser alguien había que estrenar cada temporada un look de moda…Al gallo se le erizó la cresta, miró al corral, contuvo su canto y dijo basta. A partir de ese momento despertó a otro concepto de cultura.

jueves

Un egoísmo muy comprometido



Manuel Vicent tuvo un encuentro ayer con 500 jóvenes de diferentes institutos valencianos dentro de un programa de animación lectora en la Biblioteca Valenciana. Preguntado por la motivación que le había llevado a dedicarse a la literatura, dijo que escribía, simple y llanamente, lo que a él le apetecía leer.
Puede sonar simple, egoísta o incluso maleducado. Pero, desde mi punto de vista, es una declaración de principios altamente comprometida.

Por lado, concibe al lector como un ser inteligente, algo que muchos escritores olvidan. Manuel Vicent es una persona cultivada que considera su gusto y sus apetencias a la altura de cualquiera que compra una novela o lee una de sus columnas en El País mientras toma el café del desayuno. ¿Cuántos escritores se creen por encima de sus hipotéticos lectores? ¿Cuántos escriben para entretenerles en sus vidas aburridas o aportarles un poco de instrucción? Vicent parece tener asumido aquello que cantaban los Beatles en “Come together”, el yin y el yang: yo soy nosotros y nosotros somos yo. El artista, el escritor no es un ser superior, sino un ente más de la sociedad y le aporta lo único que puede aportarle, su escritura, una expresión de su persona.
Esta afirmación no es una cuestión de modestia, sino que refleja, a mi entender, un concepto muy sano del arte y de la creación.

Otra de las ideas que parecen esconderse detrás de escribir lo que a uno le apetece leer es que el autor no estaría sujeto a las leyes del mercado editorial. Interpreto que para Vicent no tiene sentido escribir algo porque pueda venderse, porque sea una temática de moda o porque pueda provocar un escándalo que anime las conversaciones y el caché. Él defiende escribir sobre lo que se encuentra interesante, sin atender a estadísticas ni objetivos de ventas (“estás muerto cuando escribes para tener éxito”, afirmó durante el encuentro). A los 73 años, puede hacerlo de sobra, con la carrera literaria que se ha fraguado, no necesita demostrar nada a nadie. Pero hay otros que se empeñan en sacar el bestseller año tras año, que no están satisfechos si no alcanzan el escaparate de las librerías…Vicent se mostró ayer fuera de un concepto elitista y mercantilista del arte, respetó al lector y el oficio, toda una lección de compromiso.


María García Torres

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué refrescante resulta que los autores asuman la máxima de Barthes: el autor ha muerto. El lector es quien otorga sentido al texto y quien tiene derecho a adueñarse de él. A partir de ahora, recorreré las páginas de Manuel Vicent con estudiada fruición, con entero y premeditado placer, una vez descargada del complejo del lector culpable... El texto es mío y hago con él lo que quiero.

Anónimo dijo...

Las cosas son así... existen listos y listillos, existen maestros y aprendizes de maestro, y tambien escritores y "negros" que escriben para uno.
La experiencia es un grado, siempre se ha dicho así, pero al margen de esto Vicent encarna la imagen de escritor "anarquico" al que poco le importa el resultado final de su mensaje; y según parece desde sus inicios como escritor. Eso si siempre con respeto.

Anónimo dijo...

Me parece sorprendente que un escritor de su edad mantenga todavía la lucidez que tantos otros autores más "jóvenes" nunca encontraran en su concepción de la la escritura. La verdad es que por mi parte prometo darle la oportunidad que como lectora le había negado hasta ahora simplemente por ser un autor valenciano consagrado. Prometo dejarme entretener.

Anónimo dijo...

Pero, estos autores que escriben cosas para su comercialidad, a lo mejor, en privado, escriben cosas que ellos si leerían, cosas que verdaderamente les gustan...Cuantas personas van a trabajar cada día a un lugar que detestan, les aburre, con cero grado de motivación, pero luego llegan a sus hogares e intentan desarrollar una actividad que realmente disfruten con ella...Manuel Vicent lo que es un privilegiado, que además deganarse la vida escribiendo lo que quiere y bien, a los demás nos gusta.Y mucho.

Anónimo dijo...

Sobre un "lo que" en la penúltima frase...se me ha escapado...Manuel Vicent es un privilegiado...y no se como editar el comentario para corregirlo...perdón...

Anónimo dijo...

HACE UNOS AÑOS ALGUIEN ME REGALO UN LIBRO DE MANUEL VICENS, ALGUIEN MUY QUERIDO PARA MI Y DESCUBRI EN EL UNA POESÍA QUE ME LLEGO AL CORAZÓN. HOY CON EL COMENTARIO QUE HAS HECHO DE ESTE FORMIDABLE AUTOR HE VUELTO A RELEER SU LIBRO, Y RECORDAR DOS COSAS; LA PRIMERA COMO ME CONOCE LA PERSONA QUEME LO REGALO, Y LA SEGUNDA, QUE A MI EDAD 58 AÑOS AUN ME PUEDE EMOCIONAR "ELS AMANTS".
GRACIAS MARIA Y GRACIAS MANUEL